Hoy te esperé igual que ayer

A veces pienso en las veces que he estado esperàndote. En todos los momentos que paso pensando en tí y que después se quedan como hojas en el piso. No sé si en verdad el esfuerzo valdrá la pena.

Coincidencias

Vaya sorpresas que nos tiene preparadas la vida.

Jamás esperarías encontrarte a esa persona que has dejado de ver desde hace mucho tiempo. Caminar por una calle que no te es habitual. El cambiar a última hora la dirección de tus pasos. Llevar los pensamientos en voz alta. Y de pronto, ver que una camioneta se estaciona a tu lado y descubrir su sonrisa. El sentir sus palabras como antes y soñar que el tiempo no ha pasado. Después, tendrías que despedirte, escuchar tu nombre de sus labios y pensar que no te ha olvidado, que sigues siendo importante. Seguirías tus pasos. Pero ya con una sonrisa en tu rostro, la que te dejó él, al fin después de tanto tiempo.

Los otros días

Los otros días
Perla Karina Carreño

Editorial: Conaculta/DGVC, Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, Foesca

Lugar de edición: Tlaxcala

Imágen de portada: Rafael Cázares

Colección: Letras plásticas

Año de edición: 2005

Tiraje: 1000 ejemplares

Páginas: 52

ISBN: 968-7916-43-5

mañana..

mañana
diré tu nombre
sin que lo sepas,
llevaré mi voz
entre los dedos
para dejarla escapar
cuando te des la vuelta.

Que dicha

Mientras vienes, escribo;
me preparo, escribiendo, a recibirte.
Cuánto más tiempo tardas, es más ávido
el acto de esperarte, y más heridos,
más impacientes, los momentos...

Rubén Bonifaz

Como preámbulo a la tarde después de tu cumpleaños, cuando te esperaba en el lugar de siempre, a la hora de siempre. 

CICLOS

CICLOS

El gris
del horizonte
amenaza
llegar a ti

Besarte.

Acariciarte.

Esconderte
en su oscuridad,
muy dentro,
en la incógnita
de unas sábanas,
de una tarde
compartida.

Amenaza
desprenderse
de los hilos
que lo sujetan

Y finalmente
llegar a ti.

Mirarte
cerca,
muy cerca.

Evaporizarse
en tus manos
para así
propiciar
un nuevo encuentro.

I

Te sigo
con ojos ciegos,
como se sigue al mar
y sus aromas.

Perfilo tus pasos
en las sombras
de cada atardecer,

cuando convergen
tus días
mis noches
nuestras palabras
alientos robados.

te siguen mis ojos,
los que alguna vez
guardé en un cajón.